En primer lugar, tendrás que eliminar las hojas infectadas. Desinfecta tus tijeras de podar y corta cuidadosamente cualquier hoja que muestre signos de septoriosis; quitar las hojas de abanico infectadas ayudará a evitar la propagación de la enfermedad. Y para terminar el tratamiento, haz una pulverización foliar de aceite de neem para eliminar cualquier rastro no visible del patógeno.
Después de aplicar el tratamiento a tus plantas, tendrás que modificar algunos factores ambientales para evitar que la septoriosis vuelva a aparecer. Para empezar, mejora la ventilación alrededor de las plantas infectadas; puedes añadir ventiladores al cuarto de cultivo, e instalar un deshumidificador si el ambiente tiende a ser extremadamente húmedo. Si cultivas en exterior, mueve las macetas a una zona ligeramente más elevada para que las plantas queden expuestas al viento.
Limpia la base de tus plantas. Elimina las hojas muertas que puedan estar transportando esporas, y añade una nueva capa de acolchado para evitar que las esporas penetren en la tierra.