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Control y modificación del sexo. El estudio de los mecanismos que controlan y modifican la expresión del sexo en plantas de cannabis, ha sido y es, uno de los temas más interesantes, sorprendentes y polémicos de la biología del cannabis. En Sweet Seeds hemos estado desde nuestros primeros pasos muy interesados en el estudio de estos mecanismos que explican la biología floral del cannabis. Estos conocimientos pueden ser de gran utilidad no solo para criadores sino también para cannabicultores.Algunas de las aplicaciones más importantes de estos conocimientos nos han llevado al desarrollo de las semillas feminizadas de cannabis que producen, en el caso de Sweet Seeds, un 99,95% de plantas femeninas. Estos conocimientos además pueden ser usados para evitar, en la medida de lo posible, ese 0,05% de hermafroditas y machos que puede aparecer en cualquier línea feminizada de cannabis. Las semillas 100% femeninas no existen, es imposible garantizar un 100% de hembras, por eso desde un principio se les bautizó como semillas feminizadas y no femeninas o hembras. En el laboratorio I+D+I de Sweet Seeds hemos venido realizando en los últimos tiempos unos experimentos y observaciones para poder obtener datos que contrastar con la escasa literatura disponible acerca de la modificación de la expresión sexual en plantas de cannabis. En primer lugar el sexo del cannabis está determinado por su dotación genética. El cannabis es una especie diploide (2n) cuyo número de cromosomas es 20, nueve pares de cromosomas homólogos llamados también autosomas y dos cromosomas sexuales no recombinantes del tipo X e Y. Las plantas XX son genéticamente femeninas y las plantas XY son masculinas. Esta interpretación de la determinación sexual basada únicamente en cromosomas X e Y no explicaría por sí sola la existencia de variedades monoicas (hermafroditas, dos sexos en la misma planta), ni la aparición de plantas monoicas en poblaciones de cannabis dioico, ni tampoco los fenómenos de inversión parcial o total del sexo que muchos agricultores habrán podido observar en sus clones. Aunque el género sexual inicialmente está determinado por la dotación genética, la producción final de órganos florales de uno u otro sexo está influenciada por otros genes posiblemente no alojados en los cromosomas sexuales. Estos genes responden a estímulos provocados por las condiciones medioambientales (luz, temperatura, factores edáficos y nutricionales, etc…) y por algunos productos químicos que pueden eliminar la expresión del tipo sexual heredada, desencadenando la aparición de flores del sexo contrario. La Teoría Epigámica considera que son las condiciones y estímulos medioambientales los que en última instancia determinan el sexo del cannabis. Esta teoría complementa la Teoría Genética basada en la herencia sexual de tipo X e Y y explica algunos fenómenos de hermafroditismo e inversión del sexo controlados por genes que responden a los estímulos medioambientales provocando cambios en la química interna de la planta y fluctuaciones en los balances hormonales capaces de enmascarar las interpretaciones químicas de rasgos sexuales heredados, permitiendo que el sexo opuesto se exprese parcialmente (hermafroditismo) o totalmente (inversión del sexo). No hay que confundir el hermafroditismo genético, heredado por genes promotores de hermafroditismo (existen variedades locales de cannabis monoico como algunas Tailandesas), con el hermafroditismo provocado por estímulos medioambientales. La expresión del sexo en el cannabis, es pues, el resultado de interacciones entre el genotipo y el ambiente. La posibilidad de manejar las condiciones ambientales nos abre una ventana que puede reportar ventajas a los cultivadores de cannabis favoreciendo la aparición de plantas femeninas en semillas regulares, o bien, no favoreciendo la masculinización en plantas genéticamente femeninas cuando es el caso de las semillas feminizadas. EXPRESIÓN SEXUAL CANNABIS = GENOTIPO + FACTORES MEDIOAMBIENTALES Para la producción de semillas feminizadas de calidad de Sweet Seeds no es suficiente la selección de excepcionales hembras genéticamente XX, sino que además estas hembras para ser candidatas a ejercer como parentales en los programas de cría han de ser hembras con nulas o casi nulas tendencias a producir flores masculinas bajo estímulos medioambientales. Estas hembras son conocidas en el argot cannábico como “hembras puras”. La utilización de este tipo de hembras en la crianza de variedades feminizadas produce descendencias genéticamente 100% hembras XX con una expresión fenotípica debido a las interacciones con el ambiente de casi el 100% de plantas femeninas. Unas malas prácticas de cultivo, que en muchas ocasiones por desconocimiento o mala información pueden pasar desapercibidas al cultivador, permiten la aparición de flores masculinas e incluso la inversión del sexo en plantas genéticamente femeninas XX. Condiciones ambientales que modifican la expresión sexual de plantas de cannabis: Existe un periodo crítico de la fase vegetativa que es cuando las plantitas alcanzan su tercer o cuarto par real de hojas y las dos semanas siguientes, en el que las condiciones ambientales tienen una mayor influencia en la determinación del futuro sexo de nuestras plantas. Este es el momento más importante para proceder con las modificaciones ambientales. La luz: En relación a la luz, el acortamiento de la duración del día y la reducción de la intensidad de la luz inducen la expresión del sexo hacia la feminización, algunos agricultores prefieren utilizar para la fase de crecimiento fotoperiodos de 16 horas con el fin de favorecer la feminización y evitar hermafroditismos. Conocido es que las alteraciones aleatorias del fotoperiodo en la fase de floración son una forma rápida de estresar a las hembras para producir platanitos en cogollos hembras, además las interrupciones aleatorias del fotoperiodo en la fase vegetativa también masculinizan el fenotipo. No solo la cantidad de la luz sino también el espectro de la luz que recibe la planta en sus primeros estadios de desarrollo es muy importante. La luz de espectro azul favorece la expresión del sexo femenino, por ello sería recomendable iniciar el cultivo con lámparas de Halogenuros Metálicos y mantener este espectro de luz durante toda la etapa de crecimiento vegetativo. El Sustrato: Los sustratos esponjosos y bien oxigenados permiten el desarrollo de sistemas radiculares sanos y fuertes, un sistema radicular grande y sano favorece el desarrollo de un mayor número de plantas femeninas. Las raíces son las principales fábricas de citoquininas en las plantas, niveles altos de estas fitohormonas inducen el sexo hacia la feminización. En general se podría decir que todas aquellas acciones encaminadas a mejorar el sistema radicular de las plantas aumentan el porcentaje de hembras. Durante el periodo crítico evitaremos realizar trasplantes o mantener las raíces oprimidas en contenedores excesivamente pequeños. La Temperatura: Las bajas temperaturas ocasionan un incremento en la proporción de plantas femeninas, temperaturas de 20ºC durante el día y 15ºC durante la noche parecen ser las óptimas hasta dos semanas después de que aparezca el tercer par real de hojas en las plantas, después podemos volver a las temperaturas óptimas de cultivo. Altas temperaturas durante la fase de floración inducen la aparición de platanitos en los cogollos. La Humedad: Los niveles bajos de humedad ambiental sobre todo si van unidos a temperaturas altas así como los estados de carencia de agua en el sustrato provocan un estado hídrico causado por las sequías fuertes deteriora e incluso mata zonas del sistema radicular favoreciendo así también la masculinización. Por ello sería conveniente mantener la humedad ambiente en valores del 70% HR hasta dos semanas después de que aparezca el tercer par real de hojas, las plantas han de disponer de agua y oxigeno suficiente en el sustrato para no sufrir estrés y desarrollar un sistema de raíces sano. Nunca dejéis que el sustrato se seque totalmente durante el periodo crítico. Un exceso de agua también puede deteriorar la salud de las raíces. Atmosfera: El aire que respiran nuestras plantas también influye en la proporción de machos y hembras. El CO2 además de ser un gran estimulador y fertilizante gaseoso de nuestras plantas, ayuda a crear y gran sistema de raíces que promueve un aumento en la proporción de hembras. Exponer las plantas jóvenes a una atmosfera rica en CO también feminiza el fenotipo, aunque el CO no es tóxico para las plantas hay que tener muchísimo cuidado porque a nosotros podría matarnos. Balance Nitrógeno/Potasio: Los factores nutricionales también han sido analizados, y en este punto podemos encontrar diversidad de opiniones, mientras que la mayoría de cannabicultores atribuyen la feminización del fenotipo a niveles altos de Nitrógeno y bajos de Potasio. Por los efectos que estos elementos químicos tienen en el metabolismo de las plantas parece más bien que debería ser al contrario. En Sweet Seeds compartimos la opinión del estudioso de la biología cannábica Juan Robledo que en conversación con otros cannabicultores a través del CannabisCafé lo explica de una manera clara y sencilla: “Si hay más potasio la planta se encarga de crear más raíces (lugares donde predominantemente se producen las citoquininas en las plantas), por el contrario una dieta rica en nitrógeno desarrolla mucho más la parte aérea de la mata que las raíces, produciendo así más posibles fábricas para que la planta cree giberelinas.” Las Citoquininas tienen probada influencia en la feminización del fenotipo, por el contrario niveles altos de giberelinas tienden a masculinizar el fenotipo. Por tanto, al contrario de lo que probablemente habremos oído o leído, alimentaciones de lujo con fertilizantes altamente nitrogenados masculinizan el fenotipo. La proporción, número y grado de plantas monoicas (hermafroditas) aumenta con el aumento de Nitrógeno, además el contenido de Nitrógeno total es siempre más alto en individuos hermafroditas que en hembras. Si bien el Nitrógeno es necesario para el correcto desarrollo de las plantas durante su fase vegetativa habrá que usar sin abusos los fertilizantes nitrogenados durante la etapa de crecimiento, especialmente cuando en las plantas aparece el tercer par real de hojas y las dos semanas siguientes. Los suelos pobres y el estrés causado por carencias en la alimentación de la planta también masculinizan el fenotipo. Cultivando las semillas feminizadas de Sweet Seeds siguiendo las pautas feminizadoras anteriormente descritas, estaremos estimulando las energías internas del cannabis a favor de la expresión del sexo femenino heredado XX en el 100% de las plantas.
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